Pues si, una de batallitas, después de una semanita de vacaciones y a pesar de las perezas al final voy a pintar el despacho y el salón, cosa que llevo diciendo hace ya un par de años “este año pinto el despacho y el salón” … “bueno, el año que viene pinto el despacho y el salón…” y así.. pero al final me he puesto esta mañana, y aunque me he quedado a medias porque me quedé sin pintura con el despacho, tengo que decir que lo que llevo pintado, la mitad, me ha quedado muy bien. Al final he pintado al temple, llevaba tiempo dándole vueltas que si la plástica que si qué color y tal, y resulta que con el temple me queda exactamente el tipo de blanco (roto) que buscaba. Me parece una gozada poder limpiar los restos de pintura sin ningún problema de que si me paso de tiempo luego no sale y el tema de que si se mancha lo repintas en esa zona y listo me mola mucho. Mi suegra lo hace así y le va fenomenal, tengo otros amigos que también. Yo antes dudaba por el tema de la condensación en invierno, ya que al final acaba provocando mohos en la pared, pero como este invierno vamos a tener estufa de leña ya doy por sentado que la humedad dentro de la casa bajará sensiblemente, y esto ha sido determinante en mi elección.
Por supuesto he vivido el momento “oh, qué bonita pared blanco-roto tan limpita e inmaculada… oh… ” y dos horas después.. “oh.. qué bonita pared tan limpita, qué… qué??” y el “qué??” eran dos manchitas de sangre en mi inmaculada pared recién pintada, de la perra que se ha sacudido después de pelarse con el perro y le habrá hecho una herida y allí está.. dejando huella… pero bueno, no pasa nada! Mañana me pongo con la otra mitad y las repinto! 😛
Lo que me pasa con haber cambiado el color de las paredes a blanco es que ya no me pegan las cortinas así que las tengo que cambiar. Además he replanteado algunos cuadros y los he cambiado de sitio
Mañana tengo visita turística gallinera de mis vecinos y sus hijos y nieto, que quieren que el niño vea las gallinas… precisamente querían ver el gallo de raza Orpington que tenía hasta ayer, pero justo ayer noche lo cambié por otros dos jovencitos de raza australorp, por qué? Porque los orpington son muy torpones y no me cubría a todas las gallinas, con lo lento que es se le escapaban la mitad, así que cuando una gallina se ponía a incubar y le metía huevos, pues no tenía ningún éxito, claro, si no están fecundados no sale nada. Así que me dije, muy mono el gallo pero prefiero otros más ágiles, y esta raza es un cruce de Orpington con una australiana y por eso se llama australorp.
Este es el gallo Orpington, muy parecido al ex-mío:
La “gallina gorda que canta” que es como lo llama el nieto del vecino 🙂
Y este es un gallo Australorp adulto, los que he cogido yo son jovencitos aún y no pintan nada pero acabarán siendo (si todo va bien) así:
Por qué he elegido un gallo de esta raza?
Aquí un extracto de sus características:
Tengo que decir que, al final los australorp se murieron, así que mi gozo en un pozo. Pero ya abandoné la histeria de las razas y me quedo con las pita pintas asturianas y las barradas, que además mezcladas con preciosas 🙂